¡Felicidades en tu Día Artesano Dominicano!

De la Ley aprobada en la Sala de Sesiones del Senado, Palacio del Congreso Nacional, en Santo Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, Capital de la República Dominicana, a los once (11) días del mes de septiembre del año dos mil siete (2007); años 164 de la Independencia y 145 de la Restauración, se lee lo siguiente:

Artículo 1.- Se declara el 11 de octubre de cada año “Día del Artesano Dominicano”.

Artículo 2.- Anualmente, la Secretaría de Estado de Industria y Comercio, la Secretaría de Turismo y la Secretaría de Estado de Educación, mediante comunicación pública al efecto, exhortarán al pueblo dominicano a que manifieste su reconocimiento, respaldo y patrocinio a los artesanos, tanto en las actividades del mes así como sea oportuno y posible durante todo el año.

Artículo 3.- La Secretaría de Estado de Cultura, la Secretaría de Estado de Turismo, la Corporación de Fomento Industrial, la Secretaría de Estado de Educación y los Municipios adoptarán las medidas necesarias para celebrar y organizar actividades que conmemoren el “Día del Artesano Dominicano”, además promoverán la participación de los ciudadanos y entidades privadas en estas actividades.

Como podemos observar en  estos tres artículos, es un hecho cierto que cada once de octubre la República Dominicana celebra el  “Día del Artesano Dominicano”.

Recordamos que un  escritor muy famoso dejó estampada una profunda  frase para la posteridad: “Un poeta,  un pintor, un artesano  o todo hombre, debe pensar que todo cuanto le ocurre es un instrumento; y que todas las cosas le han sido dadas para un fin.” Jorge Luis Borges.

Inspirada en medio de nuestra fe,  pienso que el “Don de la Creación” es el principio de todas las cosas y es la razón de nuestra existencia y de todo lo que nos rodea, de lo que vemos y lo que no vemos, pero que  sabemos que existe.

Si en el “catálogo de  artistas” que adornan nuestras vidas hay un artífice  a quien reconozco como una buena representación de la capacidad  de “crear”,  ese es,  indudablemente,  el artesano.

Esto así porque el artesano es a quien de primera impresión lo imaginamos tomando el polvo o  acogiendo el barro entre sus manos  y convirtiéndolo  en una obra de arte.

La artesanía es una labor de  gente  maravillosa.

Es  una profesión que  admiro de manera muy sincera,  tal vez porque en algún momento yo, al igual que muchos  jóvenes de mi tiempo, también quise ser artista,  y las artes manuales ocuparon mi atención y mi admiración, de tal modo que hoy  mucho me   complace prestarle  toda la   atención posible  y compartir con artesanos y artesanas  parte de su tiempo, sus  ideas y sus  propósitos.

Mi visión concibe la   Artesanía como  una  grandiosa forma de expresión capaz de  dar a conocer  nuestro   país  y de lograr  que se conserven,  para la presente y futuras generaciones, nuestros más íntimos valores culturales.

Tengo el pleno  el convencimiento de que la Artesanía de la República Dominicana es un sector con una gran capacidad de expansión y con enormes posibilidades de crecimiento,  por lo que procede que  le prestemos  el debido apoyo,  de modo que sea asociado en estos momentos trascendentales  al impulso que se plantea dar al Turismo como motor de gran  importancia en las posibilidades  de nuestro desarrollo.

El hecho de que sometiéramos al Congreso la Ley que consagra  cada once de octubre como “Día del Artesano Dominicano”, es una muestra de nuestro compromiso con el sector.

Con ello hemos querido destacar una profesión digna cuyas obras  nos llenan de gran orgullo, pues nos sentimos representados en cada pieza nacida de las manos de nuestros artesanos.

De ahí nuestro  constante  empeño de  promover la idea de que los productos de nuestros artesanos deben ser considerados, con justicia, entre  los mejores medios de promoción para nuestro país.

Con la celebración del Día  del Artesano Dominicano”  deseamos  conmemorar y resaltar  la labor de nuestros hombres y mujeres dedicados a estas actividades de creación de belleza,  riqueza y cultura que ayudan  a preservar nuestras tradiciones.

Es largo el camino. Pero damos fe de que  vamos a continuar  junto a los artesanos y artesanas la lucha por  los requerimientos necesarios y que tanto se merecen, entre las cuales cabe  señalar:

–          Promover la calidad de nuestra  producción artesanal tanto en el país como en el extranjero.

–          Impulsar cursos especializados  en nuestros centros de formación técnica.

–          Buscar  vías de financiamiento con tratamiento de PYMES.

–          Presentar a los banqueros, a las autoridades financieras y de turismo la idea  de que la Artesanía es  una  fuerza capaz de contribuir  grandemente al desarrollo nacional.

–          Desarrollar políticas y planes  en las   provincias que tradicionalmente ejercen la actividad artesanal.

–          Fomentar y proteger la Artesanía como una columna importante de nuestra identidad como nación.

–          Facilitar la creación de canales de  comercialización de los productos artesanales.

–          Fomentar la formación de micro-emprendimientos artesanales.

–          Facilitar la integración de los jóvenes de nuestras comunidades a los  oficios artesanales como parte del  desarrollo de las economías regionales, en especial  en las áreas rurales.

–          Impulsar la organización de los artesanos bajo las formas de asociación.

–          Organizar ferias nacionales e internacionales permanentes o itinerantes, en el marco de un sistema nacional de comercialización.

–          Crear un  Fondo Especial de Fomento Artesanal para financiar los proyectos  artesanales.

Definitivamente que la Artesanía es una  actividad que  además de poseer una enorme trascendencia cultural también envuelve importantes medios de progreso económico por lo que debemos considerarla en su justa dimensión como sustentadora  de las economías locales de algunas comunidades  y potencial contribuyente directo del Producto Interno Bruto.

Con nuestra Artesanía, a la par de  la mayoría de los países del mundo, son muchos los caminos que vamos a recorrer para establecer una política artesanal  orientada fundamentalmente hacia los artesanos, de manera que con su participación efectiva logren el máximo desarrollo social, económico, político y cultural que se merecen.

¡Felicidades Artesanas y Artesanos en su Día!