Honorables
Miembros del Bufete Directivo:
Senador Francis Vargas Francisco, Vicepresidente del Senado;
Senadora Amarilis Santana, Secretaria;
Senador Antonio De Jesús Cruz, Secretario;
Honorables Senadoras y Senadores;
Funcionarias y funcionarios del Senado;
Miembros de la Prensa;
Estimadísima familia, que siempre está conmigo;
Amigas y amigos de la provincia Santo Domingo y de todo el país.
Ante todo, gracias a Dios, hacedor de todo lo visible e invisible; al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), gracias a la mujer y la juventud; y de manera muy especial y fraternal, gracias a todas y todos ustedes, queridas y queridos colegas, por el honor y el privilegio que nos han conferido, junto al Honorable Bufete Directivo que nos acompaña, al asignarnos la inmensa responsabilidad de dirigir las labores del Senado de la República. Con el inicio de esta legislatura, la historia de nuestra nación recibe en su haber la inscripción de una página nueva y sin precedentes, a propósito de la votación en favor de quien tiene el honor de dirigirles la palabra, para la Presidencia de esta ilustrísima institución del Estado. En esta singular ocasión, resalta el hecho de que por vez primera, en los ciento setenta años de vida republicana, se le confiera a una mujer en nuestro país tan importante responsabilidad. Esta tarea que hoy asumo, independientemente de los méritos, la experiencia, la entrega y la dedicación a las mejores causas que pudiéramos invocar, la acojo con humildad y gratitud.
Se trata de una grandiosa decisión del Honorable Senado de la República, con la que promueve y alienta la participación de la mujer, a la vez que actúa como espejo para que las dominicanas y dominicanos vean reflejados sus sueños y confirmen que, con el trabajo, la dedicación y el amor, podemos lograr nuestras ilusiones, por difíciles y lejanas que parezcan. Nuestros más extraordinarios hombres y mujeres aplaudirían este hecho ya histórico.
¿Cómo no recordar, en un día como hoy, la insigne figura y el pensamiento de nuestro maestro y guía inmortal, Profesor Juan Bosch? ¿Cómo no recordarlo ante lo que acontece en este augusto escenario? ¿Cómo no recordar a ese hombre que tanto representa para el pueblo dominicano?
El Profesor Juan Bosch dibujaba a la mujer dominicana, en un retrato de sentidas palabras, como un ser noble y capaz; siempre atenta a la menor oportunidad que se le permitiera para ir al encuentro de los derechos que merced a un añejo compromiso histórico, el destino le tiene reservado.
Juan Bosch siempre estuvo consciente, como estamos nosotros hoy, gracias a sus enseñanzas, que las taras que frenan el progreso de los pueblos, como la pobreza, la carencia de salud y de educación, la exclusión y la violencia, son cargas pesadas, que se posan con mayor intensidad y frecuencia en los hombros de la mujer.
Compartimos la tesis actual que inscribe el nivel de participación de la mujer en los procesos productivos como el mejor indicador para medir el grado de desarrollo de las naciones. Por eso hoy, las senadoras y los senadores de nuestro país estamos envueltos en el fijo propósito de lograr, de manera sostenida, el mayor índice posible de participación política, social y económica de la mujer en todos los poderes del Estado. Por eso, no escatimaremos esfuerzos para empoderarla de lo que legítimamente le corresponde.
Les aseguro a los hombres y mujeres de todas las provincias del país que aquí, en el Senado de la República, junto a nuestros colegas, estaremos trabajando en su favor.
Tengan la certeza de que lo vamos a hacer bien porque la República Dominicana cuenta hoy con un Senado compacto, comprometido y vigoroso, una real fortaleza de nuestra democracia, lo cual ha sido un logro colectivo, especialmente de estos últimos ocho años. La calidad y la buena imagen que exhibe el Senado de la República son evidentes e incontrastables. Por supuesto que ese estado de cosas no crece silvestre. Ese nivel de eficacia y aceptación ha sido cuidadosamente cultivado. Este es un momento propicio para reconocer a la recién pasada gestión, encabezada por el Honorable Senador, compañero Dr. Reinaldo Pared Pérez, amigo y hermano, quien supo dirigir esta honorable institución, de manera certera, junto con los 31 senadores y senadoras que le acompañamos en todo momento. En esa hermosa cruzada de dos cuatrienios que hemos compartido, logramos grandes cosas, sembramos otras y aprendimos muchas más. Doy fe y testimonio de la visión, la dedicación, la cooperación mutua y el trabajo perseverante de mis colegas, quienes han hecho posible la cosecha de abundantes y valiosas iniciativas. ¡Todo seguirá siendo posible gracias al trabajo en equipo! Debo concluir estas palabras, no sin antes recordar que el calendario histórico de nuestra amada República Dominicana marca hoy el 151 aniversario del inicio de la “Guerra de Restauración de Nuestra Independencia Nacional”, por lo que procede, y es deber nuestro, en la ocasión y siempre, exaltar con orgullo y rendir reverencia a nuestros insignes héroes de esa gesta inmarcesible.
Conmemoremos pues, aquel domingo 16 de agosto de 1863, cuando un excelso grupo de bravíos soldados de la Patria, catorce primero, muchos y muchas después, en una muestra extraordinaria de valor, daban inspiración al “Canto a la Patria”, nuestro sagrado Himno Nacional, uno de los tres símbolos de nuestra dominicanidad, escrito por Emilio Prud Homme, en el que se glorifica la trascendental importancia de la Guerra Restauradora, junto a la Independencia Nacional. ¡Honor y eterna gratitud al General Gregorio Luperón y a los miles de hombres y mujeres que prefirieron luchar a riesgo de perecer, por el honor y la justicia, antes que vivir en la vergüenza causada por el despojo de nuestra soberanía! Dominicanas y dominicanos: Los retos siguen siendo muchos y sabemos que cada día serán más como consecuencia lógica del momento histórico que vivimos, por lo que debemos estar alertas y prestos al sacrificio que demanda la patria. Seguiremos trabajando con el mismo compromiso, con la misma fe y con el mismo amor por este inquebrantable país que nos legaron nuestros patricios.
Gracias.
Muchas Gracias.
¡QUE VIVAN LOS HÉROES DE NUESTRA INDEPENDENCIA!
¡QUE VIVAN LOS HÉROES DE LA RESTAURACIÓN!
¡QUE VIVA LA REPÚBLICA DOMINICANA!
¡Que Dios les Bendiga!